Rijksmuseum

El Rijksmuseum de Ámsterdam está a la altura del Louvre de París o el Hermitage de San Petersburgo por el valor de sus colecciones.

Historia

La colección que dio origen al Rijksmuseum se encontraba en La Haya hasta 1800 y estaba formada por objetos de arte reunidos por los Stathauder, virreyes de los Habsburgo. En 1808, Luis Bonaparte, hermano de Napoleón, la trasladó a Ámsterdam y la albergó en un palacio, añadiendo valiosos objetos de la dinastía real.
En 1863 se planteó la cuestión de la construcción de un edificio independiente para el museo. No fue hasta 1876 cuando el comité seleccionó al arquitecto Petrus Kuipers entre las numerosas obras presentadas al concurso. En un esfuerzo por crear un nuevo estilo arquitectónico nacional, mezcla neogótico y neorrenacentista, añade algunos toques, y el resultado sigue siendo admirado hoy en día.
Pero para los contemporáneos, el proyecto resultó bastante atrevido. A finales del siglo XIX, las costumbres puritanas reinaban en los Países Bajos, y al reinante Guillermo III le parecía bien.
El museo ha sido reconstruido y ampliado periódicamente, y su colección sigue enriqueciéndose en la actualidad.
Entre 2003 y 2013 se llevaron a cabo obras de restauración en el edificio. El museo se ha transformado, volviéndose más moderno e interesante para los visitantes.

Obras maestras

Un día no es suficiente para explorar todas las obras maestras del Rijksmuseum. Por eso hay que decidir qué ver primero. Cada cual tiene sus preferencias, pero hay algunas obras maestras reconocidas internacionalmente que merece la pena ver al menos una vez en la vida:

• La famosa Guardia Nocturna de Rembandt. El verdadero título del cuadro es "Actuación de la compañía de fusileros del capitán Frans Banning Kock". El cuadro, tan popular que hubo que redecorarlo en 1906 para exponerlo. La sala de una obra maestra está siempre llena de visitantes.
• Una colección única de pintura dorada holandesa (siglo XVII) está representada por obras de Vanmeer, Hals, Jan Steen y otros autores famosos.
• La famosa porcelana de Delft, representada por las mejores vajillas reales, exquisitas figuritas en miniatura, jarrones y otros utensilios.
• Maquetas de barcos a partir de las cuales se puede trazar la historia de la construcción naval en los Países Bajos. No hay que olvidar que, durante siglos, los Países Bajos han sido, junto con Inglaterra, los reyes del mar.
• Una sala de casas de muñecas. El modelo más antiguo se fabricó en 1676.
• Para los amantes de la cultura oriental, varias salas exhiben arte asiático.
• Merece la pena visitar la biblioteca. Los visitantes pueden pasear por la plataforma de observación y contemplar los folios antiguos. Es la sala más tranquila del museo, ya que se exige silencio, como en cualquier otra biblioteca.

El museo cuenta con una exposición única sobre la historia de los Países Bajos desde 1100. Toda la historia está dividida en cuatro partes y presentada en orden cronológico y examinada en contenido internacional. Recorriendo las plantas y salas, se pasa de una época a otra sin interrupción.

Información útil

La dirección es

• Museumplein/Museumstraat, 1
  1071 CJ Amsterdam

Horarios de apertura

• Todos los días de 9.00 a 17.00

Precio del billete

• Adulto = 17,5
• Niños (menores de 18 años) = gratis.
• Con la tarjeta I Amsterdam, hay un descuento = 2,5 euros.
• La entrada es gratuita con la tarjeta del museo, que permite saltarse la cola y entrar rápidamente en el edificio.

Cómo llegar allá

• Desde la estación central puede tomar el tranvía nº 2 o 5 (parada Hobbemastraat)
• Desde el hotel u otros puntos de la ciudad, es necesario especificar las rutas.
• Hay una parada de taxi acuático no muy lejos del Rijksmuseum. Si le apetece utilizar un medio de transporte tan exótico, también puede cogerlo.

Consejos

• En el vestíbulo del museo (planta baja) hay un mostrador circular en el que se ofrecen numerosas guías del Rijksmuseum en varios idiomas. Son gratuitas y te ayudarán a ver los monumentos y obras maestras más importantes.
• Las obras maestras famosas también tienen stands con folletos en neerlandés e inglés. Te ayudarán a entender y ver los matices de una obra maestra.
• Se permite hacer fotos en el museo, pero sin flash, trípode ni palo selfie.
• Es posible utilizar una audioguía. El precio de esta visita es de 5 €.
• Es posible reservar una visita guiada al museo. Por desgracia, el registro oficial no incluye visitas guiadas en ruso.
• Si su teléfono o cámara se quedan sin batería, hay una zona de carga específica en la planta baja.